Después de un día de montaña de verdad, con ese agotamiento satisfecho que afloja el cuerpo, he decidido posponer alguna mínima obligación (relacionada con la cena y los hijos del tipo al que "polizono" las vacaciones) y darme un respiro.... Nada como una buena lectura ante un paisaje amplio, verde y crepuscular, tendido en una hamaca junto a una piscina vacía de gritos y salpicaduras.
Leo atlas de geografía humana, estoy en las primeras páginas, y ya me ha cautivado alguna reglexion sobre el paso de los aÑos, como a diferencia de cuando una apenas ha cumplido la veintena y es fácil recordar que se hizo a los dieciocho o quien se era a los diecinueve... Ahora en estos cuarenta eternos que vivo en este cuerpecito de plástico, ya no es fácil recordar que paso con los veinteseis o que hice a los treinta y uno, cuanta razón tiene el personaje de Almudena Grandes
27 agosto, 2007
Relax
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